Más de 20 incendios forestales ardían en Portugal y España, y la mitad de Portugal estaba bajo alerta roja o de clima extremo. Mientras tanto, la agencia meteorológica de España advirtió el jueves que se espera que el jueves sea el día más caluroso de la ola actual.
Miles de bomberos en Portugal, España y el sur de Francia combatieron el incendio esta semana, que destruyó miles de acres de tierra y obligó a miles a abandonar sus hogares.
Más de 3.000 hectáreas (7.413 acres) han sido destruidas en Leiria, Portugal, al norte de Lisboa, donde 900 bomberos lucharon contra tres incendios activos, según Reuters. Un total de 2.841 bomberos estaban sobre el terreno en Portugal.
Antonio Ramalheiro, un jubilado, culpó a la falta de gestión forestal además de la ola de calor por los incendios forestales.
«Da miedo cuando llega el fuego», dijo a Reuters el hombre de 62 años. «Si da en el blanco, es una pena… lo pierdes todo».
En el departamento de Gironda, en el suroeste de Francia, se han destruido más de 2700 hectáreas (6672 acres) de tierra. Los fuegos artificiales fueron prohibidos en las ciudades y pueblos cercanos al bosque hasta el lunes, con motivo del Día de la Bastilla, el día nacional de Francia, el miércoles.
En el oeste de España, entre Extremadura y Salamanca, los incendios forestales alimentados por el aumento de las temperaturas y los fuertes vientos continuos han destruido más de 5.000 hectáreas (12.355 acres). Las carreteras estaban cerradas y 12 bomberos estaban trabajando para contener el incendio.
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